Durante esta semana, diferentes organizaciones convocaron a marchar a la puerta del Congreso llevando el pedido de aborto legal, seguro y gratuito. Además de movilizarse en la calle, llamaron a un Tuitazo, con el que buscaban que las redes se expresaran con el HT #AbortoLegalYa
#AbortoLegalYa: ‘tuitazo’ y ‘pañuelazo’ por el derecho a decidir https://t.co/y6E9QzI23t / @CampAbortoLegal pic.twitter.com/3TIOytVwpO
— Primera Línea (@PrimeraLineaArg) February 19, 2018
Sumado a las fotos de la movilización, que son miles y hermosas, quisimos tratar de sacar una ‘foto’ de ese Tuitazo. Especialistas en redes sociales y comunicación ya se habían encargado de comentar el tamaño del evento:
https://twitter.com/lgalup/status/965655096897036288
https://twitter.com/lgalup/status/965655697517146112
Pero queríamos ver algo más. No sólo queríamos una lista con la llegada de cada tuit, también queríamos entender el territorio de lo que estaba pasando. Queríamos ver lo más entretenido: el entretejido que se formaba como resultado de la interacción de los participantes.
Para eso, echamos mano de una herramienta que fuimos desarrollando y que usamos para medir todo tipo de hito de comunicación en Twitter, desde eventos particulares como este hasta cómo se esparcen las notas de Gato o quiénes son los agentes clave de comunicación en un territorio (por ejemplo, drogas), para tratar de hacer nuestro trabajo de comunicación efectivo y orientado por la mejor evidencia que podamos conseguir.
En este caso, bajamos todos los tuits que contuvieran el HT #AbortoLegalYa. Después agarramos a cada uno de los usuarios que habían participado (ya sea tuiteando, retuiteando o mencionando un tuit con ese contenido) y cada interacción se convirtió en una arista, de manera que los más de 40.000 usuarios (44791) se fueron agrupando de acuerdo a con qué otros usuarios habían interactuado.
Ahí quisimos dar un pasito más, que es tratar de identificar a los actores clave: usuarios que generaron mensajes con gran cantidad de interacciones. La ventaja es que en lugar de tener una lista, teníamos un territorio definido por las interacciones, lo que nos permitía no sólo entender ‘qué usuario es más pesado en la conversación’, sino ‘qué usuario es más pesado en la conversación a partir de cómo se conecta con los demás’, así como entender si estaba más bien aislado o si se agrupaba con otros usuarios clave.
Ver la foto final es hermoso pero también es potente, al notar la heterogeneidad de esos agentes clave. Desde los más bien obvios por trayectoria (como @campabortolegal, @ecofeminita, @juliamengo o @soyingridbeck) o por coyuntura (como @rialjorge) a cuentas como la de @teloresumo o @dementeYT (que vienen de crear productos re exitosos en YouTube), podemos ver que fueron muy influyentes en la conversación, abriendo territorios más alejados de aquellos en los que participan los agentes de trayectoria más cercana al tema.
Eso fue quizás lo que más nos impresionó. La magnitud y la heterogeneidad de los participantes. La marea verde que no inundó la tele pero que, claramente, tapó Tuiter para visibilizar un reclamo que muchos grandes medios y espacios políticos siguen mirando desde lejos, como si el movimiento tectónico que estamos atravesando no los afectase.
Tuiter también puede ser la movilización sobre la que la tele no habla, el soporte al que llaman ‘microclima’, aunque le llegue a órdenes de magnitud más personas que el noticiero de cable que sigue jugando a ser influyente. Decían que la revolución no iba a ser televisada. Capaz tenían razón, pero, tal vez, a donde vamos no necesitemos tele. Más allá de la posición particular que defienda cada uno, ya hace tiempo que necesitamos que esta conversación se dé donde se tiene que dar: el Congreso.
Sonrían, que la foto es linda, somos muchísimos (aún cuando el protagonismo es de las muchísimas) y salimos todos peinados.