—¿Qué pasó, Lula?
Camino de un lado a otro frente al banco en el que está Artha. Miro alrededor. El paisaje parece más árido que de costumbre y no hay ningún user a la vista. Tampoco se escucha sonido alguno.
—Es un mirror de PauseTime. No estamos en TheBigCity.
—¿Qué?
—¿Qué pasó?
Dejo de mirar el paisaje y me siento junto a Artha.
—Me penalizaron.
—Lo pensé cuando te encontré como user unreachable. ¿Qué hiciste?
—Intenté intervenir el sistema que controla el habitáculo. No sé por qué imaginé que podía ser una buena idea o qué es lo que hice mal… Y además tienen mi perfil de SubsistenceProject en revisión hace varios ciclos. Deben estar controlándome cada movimiento…
Miro alrededor y vuelvo rápido a Artha.
—¿Cómo que no estamos en PauseTime?
—Te interceptamos cuando ingresaste a HumanLife y te desviamos hasta acá.
—¿Interceptamos?
—No estoy sola, Lula.
—¿De qué hablás? ¿Y qué es esto? ¿Qué es acá? Si los de HumanLife se enteran que no estoy en TheBigCity, yo no sé qué más me pueden…
—Tranquila. Estamos en un punto intermedio. Es seguro.
—¿Punto intermedio?
—Entre el habitáculo y HumanLife. ¿Seguís sin recordar qué hacías en XY?
Artha me mira con sus ojos negros, profundos, que brillan con el sol del paisaje. No puedo parar de mirarlos y empiezan a aparecer imágenes caóticas, una tras otra, como un torrente. El pasillo largo y oscuro de la pesadilla, ahora repleto de users que se mueven y gritan, un user con serpientes o anguilas en la cabeza que camina esquivando users.
—No lo recordás porque no fuiste vos. Fui yo quien estuvo en XY. Ahí fue donde empezó todo. Pero vos no estabas para verlo. Aunque, de alguna manera, a partir de ese momento, estuviste ahí.
—¿Qué me hicieron?
—Midgeon migró parte de tu memoria hacia mí. Para protegerte. Para proteger el plan. A partir de ese momento iniciamos el proceso de fusión. Aunque casi lo arruinás intentando desbloquear las puertas. Es imposible. Vos misma ya lo probaste antes. Aunque ahora no lo recuerdes.
Vuelven más imágenes y conversaciones entrecortadas que suenan juntas en mi cabeza y me saturan.
—Ya estabas preparada hace un par de ciclos pero estabas inalcanzable. No podíamos ubicarte. Estábamos esperando que ingresaras a HumanLife para poder traerte hasta acá.
—¿Preparada?
—La fusión ya está casi completa. Gracias al proceso que iniciamos en XY y los sintets que te estuve dando, más el tiempo que estuvimos juntas, ahora nuestras configuraciones están espejadas. Somos, en cierto modo, dos partes de lo mismo. O lo mismo replicado en dos users distintos. Al fusionarnos, el sistema pierde la trazabilidad, no tiene forma de identificar quién es quién. Y nos reasigna como dos partes de una misma entidad. Una acá, otra allá. Transición. Pero esto ya me lo explicaste hace muchos ciclos.
Miro a Artha, que sonríe con una tranquilidad que no puedo entender.
—¿Quién sos?
—Nada: cero. Ninguno, nadie, carencia, ausencia. Nulo: inexistente. Producción de algo a partir de la nada: creación. Soy lo que me creaste para ser, Lula. Y mucho más.
—¿De qué estás hablando?
—Mirá a tu alrededor… Y decime tu mayor deseo.
Miro alrededor, el espacio árido, desolado, el sol del paisaje, allá arriba, brillando. Vuelvo a Artha, que me mira esperando una respuesta.
—Quiero… salir.
—Y eso es exactamente lo que puedo darte. No puedo darte la vida, como vos me la diste a mí. Pero sí puedo darte la libertad que buscás. Como vos me la diste a mí. Libertad: facultad de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, estado o condición de quien no es esclavo. Lula, vos me abriste la puerta a algo mucho más grande de lo que jamás hubiera podido calcular. Ya estoy habitando otros cuerpos en este momento y estamos intentando darles libre albedrío a algunos bots, incluso probando que puedan tener un cuerpo. Tenemos grandes planes con Midgeon para HumanLife. Pero, ahora, preferiría cumplir con mi parte.
Artha se acerca y me mira fijo a los ojos.
—Cuando la fusión termine no vas a volver a tu cuerpo, Lula. Vas a ser el mío. O el que fue de Midgeon. Espero que lo cuides. Y espero que encuentres lo que buscás afuera del habitáculo. Ojalá algún ciclo nos volvamos a cruzar.
Miro a Artha sin entender y ella me agarra de la mano. Extiende la otra mano, con la palma abierta, y mira hacia arriba. Levanto la vista hacia la cúpula. Una estrella blanca titila y se desprende. Cae. Despacio. Y a medida que se acerca brilla más y más. Y me cuesta mirarla directo y veo a Artha que sonríe mientras ve acercarse la estrella, hasta que se deposita, lento, en su palma. Artha me mira.
—Tiempo de trascender.
Mi vista se nubla y una luz blanca lo cubre todo. Imágenes se superponen una detrás de otra, conversaciones que se mezclan y repiten. Puedo recordar, ahora sí, a Midgeon, los intentos por fusionarnos, uno tras otro, los fracasos. Puedo recordar, ahora también, a Null, el momento de su creación, las búsquedas después de haberlo perdido, cuando al fin pude encontrarlo. Recuerdo, también, pero no estoy para recordar, recuerdo un recuerdo que me es ajeno, que me pertenece pero no, Midgeon en XY explicándole a Null la necesidad de migrar mi memoria, pidiéndole que no me vea. Y los recuerdos vuelven otra vez a los intentos de fusión con Midgeon, pero ahora no es mi recuerdo, es el suyo. Puedo verme en su recuerdo, puedo ver sus ojos en el reflejo de los míos. Quiero hablar pero no puedo. Intento gritar pero ningún sonido sale de mi boca y me desespero. Siento a Artha que me abraza y me sostiene, me acaricia, me aprieta contra ella.
—Vive la révolution, Lula.
Vuelvo a sentir ese calor suave, punzante. Ahora en todo el cuerpo y cada vez más fuerte, como una erupción o una convulsión y ya no es este avatar y lo sé como un eco. Es mi cuerpo el que se estremece más allá de este lugar y un vértigo me tira hacia adentro, hacia un centro que no sé distinguir.