—¿Puede este encierro no ser el verdadero encierro? ¿Que el verdadero encierro sea otro? ¿Una prisión para la mente, HumanLife? ¡La mente! Esa es nuestra verdadera prisión. Estemos donde estemos. Existamos donde existamos. ¿Qué me queda después de HumanLife y sus luces enfermizas de colores reventándome los ojos? ¿Qué me queda después de la vida en este habitáculo insoportablemente blanco, aséptico, casi ilusorio, que ahora no es más que un agujero negro? ¿Qué es la realidad? De este lado de la mente está la realidad. Del otro lado de la mente también está la realidad. La única irreal, quizás, sea la mente.