Pasar del "hay qué" al "cómo podemos"

Hola, espero que este mail te encuentre bien. 

Primero que nada, yo sé que vengo medio emo medio intenso en los últimos newsletters pero, qué se yo, el presente está turbulento. Hay nubes adelante y la tormenta va a ser compleja.

Si el escenario de Gran Transición ya es innegable, entonces ¿qué se puede hacer en él? ¿quién se puede ser en él? ¿Cómo navegar esa tensión hacia la Transición que se Dobla, no la que se Rompe?

Desde ya que no soy el único pensando en esto, ni Gato es el único equipo que piensa y hace sobre este tema, y tal vez en esa multiplicidad —y en su coordinación— se encuentre uno de los desafíos más interesantes.

Una lengua franca

Escuché a Terry Irwin, monstruo total del diseño, compartir dos ideas al respecto: primero, contó que ante el desafío de coordinar grandes equipos interdisciplinarios, le había resultado efectivo establecer una visión de futuro de la cual aferrarse y tirar. Un centro de gravedad que permitiera, en la duda, generar intuiciones de hacia dónde navegar. El concepto me sonó familiar: esa fue una de las ideas principales que nos ocupó en Clima, y una de las ideas que nos guía todavía. Pero Irwin también propuso otra idea que en Gato nos ha resultado indispensable: la posibilidad de usar el diseño como lengua franca entre disciplinas.

Nuestra apuesta, y la historia que les traigo hoy, es acerca de una frase en particular, simple pero efectiva: la pregunta “Cómo podemos”, un dispositivo de comunicación que nos obliga a definir lo deseable, pero también nos saca de un hay que impersonal y nos lleva a una forma que incluye responsabilidad sobre un desafío y propositividad en su resolución. 

El tema es que, además, queremos usarla:

  • A escala
  • De manera conectada

En la intersección entre la expresión de la voluntad de múltiples actores y la urgencia de desarrollar herramientas concretas para facilitar la colaboración entre ellos, surge lo que hoy llamamos El (mini) Mapa del Desafío. ¿Cuál desafío? El desafío de diseño más grande de todos los tiempos.

El (mini) mapa

Establecer la crisis climática como escenario innegable y un diseño de transición como la opción deseable, es apenas un principio. Presos de lo que dijimos, deberíamos pasar de un desafío espiritual a agarrar la pala y tratar de entender cómo empezar a definir, por lo menos, algunos de los múltiples problemas.

¿Cómo se ve ese desafío cuando le hacés doble click? ¿Cómo lo encaramos? ¿Por dónde empezamos? ¿Quién levanta la mano para ponerle el cuerpo a cada parte? 

Con el objetivo de bajar a la práctica todas estas inquietudes, hicimos un mínimo producto viable sobre una intuición: usar el diseño como lenguaje normalizador y usar lo que aprendimos de redes como aproximación metodológica, algo que traemos desde nuestra influencia más formal de ciencia.

Persiguiendo esa intuición, hicimos una serie de workshops con Fundar, GRIDX y Jóvenes por el Clima, equipos que participaron en el libro, Ahora Qué, organización ambiental con foco en educación y hasta con un subespacio del equipo Gato. En cada encuentro, acompañamos a los participantes a construir algunas preguntas de diseño que describieran su trabajo en torno a la transición. En el ejemplo más felino, pasamos de reproducir un slogan histórico —“ciencia y diseño en lugares”-- a, por ejemplo, preguntarnos “¿Cómo podemos transformar a una persona a la que no le importa el cambio climático para que sienta la urgencia de accionar sin generarle una angustia paralizante?”. Así, utilizando la herramienta “cómo podemos”, pudimos enunciar los própositos de cada equipo (la carta con la que habitualmente nos presentamos), en un formato compartido en el que podemos acordar.

Pero resulta que definir y expresar concretamente tus búsquedas como equipo es un ejercicio introspectivo demandante y, formalizar nuestros deseos, una tarea para nada menor. Y ni hablar de los matices que puede tener cada una de esas preguntas, su forma de expresarse, y muchos otros etcéteras, como pasar de 166 iniciales a las 23 que usamos en la siguiente fase. También descubrimos que las preguntas no tenían que ser perfectas, tenían que ser lo suficientemente buenas.

¿Buenas para qué? Para que todes pudieran, ahora, responder cuánto les ocupaba participar en cada uno de esos desafíos definidos. 

Acá está la lista completa de preguntas, ordenadas desde la que obtuvo mayor atención total por todos esos equipos, a la que menos. Es la parte que podés skipear si querés.

13. ¿Cómo podemos acercar conocimiento académico y herramientas profesionales a los equipos de trabajo para maximizar sus posibilidades de impacto?

1. ¿Cómo podemos promover la colaboración entre equipos para que generen proyectos en conjunto en pos de la transición?

9. ¿Cómo podemos transformar a una persona a la que no le importa el cambio climático para que sienta la urgencia de accionar sin generarle una angustia paralizante?

12. ¿Cómo podemos lograr que una persona motivada por la transición lidere proyectos concretos?

18. ¿Cómo podemos informar a tomadores de decisiones para lograr una estrategia de largo plazo sobre cambio climático en el Estado?

8. ¿Cómo podemos acercar a quienes quieran trabajar en la transición a donde encuentren mayor disfrute e impacto?

3. ¿Cómo podemos facilitar que personas que activan de forma individual se agrupen y multipliquen su impacto?

2. ¿Cómo podemos transversalizar los reclamos del movimiento ambiental para priorizar los esfuerzos y maximizar las posibilidades de que pasen cosas concretas?

10. ¿Cómo podemos generar sensación de pertenencia a un mundo que aún no existe para masificar y acelerar la transición?

4. ¿Cómo podemos posicionar a LATAM como un actor clave en el desafio global de la transición ante organismos e inversores internacionales para utilizar el potencial en talento humano y biodiversidad de la región

17. ¿Cómo podemos generar presión cuando las leyes no se cumplen para garantizar la implementación de las políticas públicas ambientales existentes?

14. ¿Cómo podemos utilizar la investigación básica existente para generar soluciones disruptivas?

19. ¿Cómo podemos resolver tensiones entre las prioridades de desarrollo y conservación del ambiente en agro e industria para crear estrategias nacionales superadoras de largo plazo?

16. ¿Cómo podemos involucrar en la política a gente jóven para que su perspectiva esté incluida en la toma de decisiones?

15. ¿Cómo podemos aumentar la masa crítica de personas en la calle para presionar a la dirigencia política en la búsqueda de soluciones reales?

20. ¿Cómo podemos potenciar y escalar empresas innovadoras para desplazar a las de mayor impacto ambiental negativo?

5. ¿Cómo podemos conseguir que organismos e inversores financien proyectos o empresas que estén sumando valor en la transición?

6. ¿Cómo podemos lograr que inversores de riesgo vean a la innovación para la transición irresistible y así financiar proyectos de impacto exponencial?

Si ordenamos esos puntos de contacto, lo que se forma es una red: una red de deseos y preocupaciones compartidas que construye un pequeño territorio del problema. Un problema complejo que ahora se rompe en partes constitutivas a través de ópticas diversas y, encima, nos cuenta la historia de quién se está encargando de qué, por lo menos en un barrio pequeño.

Diagrama de red que muestra relaciones entre entidades como GRIDX, Ahora Qué, JoCA, Fundar y EGLC, conectadas por líneas. Cada entidad está representada por un nodo cuadrado negro, mientras que los círculos verdes numerados representan conexiones adicionales. Las conexiones visualizan vínculos entre estas organizaciones.

Además de romper el desafío en ocupaciones tácticas, nos habíamos levantado la mano entre equipos: ‘che, en esta estamos trabajando nosotres’ o, todavía mejor: ‘esta pregunta en particular le ocupa a estos tres equipos ¿no hay ahí una colaboración latente?’ Si las perspectivas de redes sirven para entender cómo es que Bizarrap conquista el mundo, ¿cómo no intentar usarlo también para esto?

Ese fue el click. Esto no era solamente un minimapa del desafío, sino uno respondía ‘qué podemos hacer juntes que o no podríamos hacer por separado o elegimos no hacer por separado’.

Diagrama de red que conecta entidades como Ahora Qué, GRIDX y JoCA a través de nodos y líneas. El nodo 12 está destacado en verde, junto con el texto '¿Cómo podemos lograr que una persona motivada por la Transición lidere proyectos concretos?' Los demás nodos y conexiones están atenuados en gris.

Así, el deseo y ocupación por atacar ‘Cómo podemos lograr que una persona motivada por la transición lidere proyectos concretos’ deja de ser un foco de atención de GridX, Ahora qué o JOCA y pasa a ser una potencial resolución compartida. Una colaboración latente entre tres organizaciones que ahora pueden intercambiar experiencias para que ninguna tenga que inventar la rueda dos veces. Para que el flujo de información horizontal crezca y, con él, la velocidad hacia las soluciones.

Desde ya que esto es apenas un piloto, pero nos permite hacernos preguntas: ¿qué pasaría si hacemos esto, en lugar de con 5 organizaciones, con 10? ¿Cuántas colaboraciones nos esperan, por ahí, y no las vemos?

Algo que nos gusta, por lo menos de cómo pensar esta aproximación, es que tiene una posibilidad clave: la de escalar. Como toda red, su valor crece mucho más rápido que su tamaño. Cada usuario, cada equipo y cada pregunta nueva le agrega valor a la red. Un valor que no es lineal porque cada nueva pregunta es interactuable por el total de las organizaciones que ya están mapeadas, y cada nueva organización puede aprovechar ya el 100% de las preguntas anteriores. Dicho de otro modo: la red crece en valor más rápido de lo que crece en esfuerzo. El costo es lineal pero el valor es exponencial.

En resumen, creemos que esto es un prototipo útil para pensar una metodología concreta de organización en torno a un problema complejo, que tiene potencial de escalar infinitamente, traer los focos de atención de tantos actores como deseen participar y poner a disposición esa información para que cada une encuentre con quienes enfrentar cada una de las partes del desafío mayor. 

Todavía estamos muy en desarrollo con esto, pero sentimos la necesidad y la posibilidad de compartirlo más temprano que tarde,  y de hacerlo por este medio, con la ventaja de que, si todo lo anterior te despertara una devolución que no ayude a hacerlo mejor, tengas a dónde escribir con ese feedback. Al fin y al cabo, en este newsletter nos comprometimos a tratar de navegar juntes un presente turbulento. Sin dejar de preguntarnos por qué andar en bicicleta cuando Jeff Bezos anda boludeando por el espacio o cómo nos la pasamos sacrificando bebés al altar de un dios pagano, también nos preguntamos cómo podemos mirar de frente al abismo y sonreír: por lo menos somos varios preguntándonos cómo podemos repartirnos las tareas, levantando la mano y viendo qué parte del puente va a construir cada une.

Nos hablamos el mes que viene

Abrazo

Pablo
PD: Javi y Maru notaron que este NL es una fuente importante de Bancantes, así que gracias, personalmente es un mimo saberlo. Si todavía no te subiste, hacelo acá.